Redactado originalmente en el 2003 por la Pastora Magdalena Rodriguez
CONFIMACION DE LLAMADO Y MINISTRACION DE LIBERACION HECHAS POR EL SEñOR DIOS NUESTRO
2 de octubre de 2003
¡Buenos días Señor!
Señor, que lucha la de ayer miércoles.
Elizabeth con vómitos, Samuel sin fuerzas, fiebre, dolor de cabeza, María mi hermana no pudo llegar, Teresa no pudo llegar. Mi día fue terrible.
Pero vencí en el Nombre de Jesús.
Nos reunimos para orar. Con Evelyn llega una joven que estaba acompañada de su hijo de 8 años. Se veía rara. Sabíamos por el Espíritu que tenía opresión espiritual y necesidad de liberación.
Ana comenzó el devocional. La predicación la trajo Samuel. Se finalizó la predicación. Y comenzó la ministración. Cerré mis ojos para dar gracias al Señor.
De momento siento a Ana delante de mí ministrándome.
El poder de Dios cayó y el Señor confirmaba todo lo que se dijo el martes, 23 de septiembre por la sierva Elizabeth.
Añadió: eres Pastora y todos los miércoles aunque sea uno te enviaré para que le hables de mi Palabra, ministres y consueles. Yo estaré contigo y Elizabeth estará contigo al lado tuyo para ayudarte. No temas a nada. Yo estoy contigo. Mis ángeles guerreros están miles, miles de ángeles con las espadas en las manos están guardando tu casa y en tu cuarto miles, miles te guardan porque ellos (el enemigo de las almas y demonios) quieren entrar pero no pueden PORQUE ESTA ES MI CASA. YO HABITO CONTIGO. ME REGOCIJO CONTIGO GRANDES COSAS VERAS, VERAS MILAGROS.
Me puso su dedo en la frente y comencé a temblar, mi cuerpo temblaba me estremecí como un terremoto.
Y era la fuerza de su presencia su fuego abrasador.
Le ministraron a Elizabeth cayó en reposo y lo que dijo el Espíritu Santo,ya yo lo sabía porque fui testigo hace tiempo de esa misma PALABRA. FUE LA CONFIRMACIÓN.
Pasó donde Israel y mi Señor fue tierno con él, tocó su dolor sus inquietudes. Jehová lo consoló y lo bendijo.
Cuando llegó a la Joven madre cayo al suelo y comenzó la liberación, me fui de rodillas y le ministré al oído, se levanto y nuevamente se le ministró y cayó al suelo. Se revolcó y vomito. Se levanto y volvimos a ministrarle y por tercera vez cayó, esta vez el Señor la libertó de la presión espiritual que tenía por parte del enemigo de las almas.
Y la sierva Elizabeth de gozo comenzó a danzar, danzar y mi hijo observaba.
El hijo de ella de alrededor de 8 años fue testigo de la liberación de su madre. Cuando la joven se levanto acepto al Señor como su UNICO Y EXCLUSIVO SALVADOR. Las puertas del templo se cerraron a las 11:00 p. m.
GLORIA A DIOS.
